26 marzo, 2011

CRÓNICAS IMPROPIAS


Es el horror del viento cuando amanece.

El error de tus pasos desnortados cuando todo ha acabado... ya.

Y las calles vacías, pero gritando tu maldición.

Boqueas.

Corres.

Paras y tu corazón pareciera rehuirte.

¿Dónde estás?

Los pájaros afinan sus melodías.

Las cucarachas retornan a sus agujeros.

Los coches trazan curvas en dirección contraria.

Madrid está agonizando.

Fue el cuadro que pintaron los vencidos.

Vuelves a lanzarte en un vertiginoso descenso.

Escuchas el agua de una fuente gotear.

Sientes miedo.

Pánico.

Atroz.

Boqueas.

Y solo entonces descubres que estás parado.

Agachado.

Sosteniendo tu cabeza con las manos entrelazadas.

Ves que el suelo se comienza a teñir de sangre.

Escarlata.

Tuya.

¿Dónde estás?

El horror ya no es el viento.

Y parece amanecer.

Pero es el atardecer de tu final.

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