18 marzo, 2011

PERFUMES DE DECEPCIÓN


La estás viendo.

Es su recuerdo.

No camines.

Su pelo.

Aquella sonrisa.

No hables.

Miéntete.

Su olor.

La suave fragancia que todo lo impregna.

Su ropa interior.

Incoherente discurso.

Estás naufragando en tu perdición.

¿Por qué lo hiciste?

Sientes un calor extremo.

Sus caderas aprisionan tu cintura.

No abras los ojos.

Un relámpago asola tu bajo vientre.

Estás a punto de suicidar tu entereza.

El camino que lleva hasta la realidad...

¿Existe ese sendero?

¿Quién ha dibujado una sonrisa escarlata en el rostro de la realidad?

Miéntete.

Sin hablar.

Únicamente permite a tus sentidos recorrer esos parajes... de nuevo.


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