27 octubre, 2009

LA LEJANÍA DE NEPTUNO (ACELERADA MISCELÁNEA DE LOCURA Y DOLOR)


¿Percibieron que el timbre de los teléfonos que suenan al otro lado de la línea siempre lo hace de un modo distorsionado?

Imploren, quizá, a la belleza de las sombras.

El amor se escapa en conversaciones interrumpidas (epitafio mal recordado de la lápida de algún suicida enamorado).

Descuiden las retóricas inquisiciones respecto de la (mi) lucidez mental.

La rareza es apasionante (y temible... igual, a iguales partes).

Neptuno no se hallaba tan lejos.

Nunca duele a gusto todos.

La espera... esa meretriz...

Buenas noches (sin farmacia... y casi sin aguante).

ps: traduzcan, si desean: ¿son útiles las confesiones que la honestidad roba al Destino?

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