21 febrero, 2010

VERSUS


Porque te escondes en la noche.

Y tu perfume anega de sensibilidad mis sentidos.

Porque encubres tus iniciales,

el aroma del enfrentamiento de las veladas nocturnas.

Porque ensordeces mis pasiones,

mientras los gatos caminan extraviados por las calles mojadas.

Porque entrecortas mis alocuciones,

y las salvas de artillería torpedean el lirismo acentuado.

Porque, como las resacas, palpitas en mis sienes,

al tiempo que la playa seca marida con ensoñaciones lúbricas.

Porque envías tus soldados al frente,

en un campo barrido por los silencios y los misterios.

Porque te adentras sin temor en las páginas,

postergados los motivos y sanadas las causas eximentes.

Porque los movimientos se tornan lentos y cadenciosos,

y ya nada importa más que el tiempo que los relojes olvidaron contar.

Porque he roto mis promesas y con mis más aferradas creencias,

arrugadas las hojas que cayeron del árbol y callaron a los profetas.

Porque abrazo el insomnio,

regalando términos y fértiles inicios a un interlocutor enervado.

Porque me hiciste olvidar...

Ahuyentando recuerdos y símiles de patio de colegio.

Porque sonríes.

Porque miras al infinito.

Porque callas y silencias.

Porque sostienes.

Por todo.


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