30 abril, 2010

EL ÚLTIMO "TÚ"


Quizá, solo quizá, fue el impacto del séptimo whisky.

Agarré el teléfono y marqué el número que aparecía en la sección de clasificados de la edición matinal del diario.

La voz era sensual y atrayente.

Convino el precio y adujo veinte euros más por el desplazamiento.

Hasta que el portero automático emitió un desquiciante sonido, mis manos terminaron tres cartas (una de ellas muy breve) que coloqué, perfectamente, alineadas en la mesa baja del salón.

En los sobres, con trazo desgarbado, garabateé "Papás", "Andrés" y "Tú".

Ella sonrió y me saludó con dos besos.

Estúpidamente pensé que ni su altura ni su pecho se correspondían con la fotografía del anuncio.

El resto se tornó confuso... y muy rápido.

Se aseguró de que afirmara que el material era de mi agrado, sin ni siquiera poder tocarlo.

Y se mostró preocupada por mi más que evidente embriaguez.

La última imagen fue un grito, varios insultos, una carrera hacia el baño y el estrépito de un vómito o el sonido de alguien que escupe, desaforadamente, intentando sacarse algo de su interior más profundo.

Se marchó con un portazo.

Quizá, solo quizá, fue por mi ausencia de aviso.

Observé con detenimiento la bolsa transparente y herméticamente cerrada.

Para ser la primera vez, valdrá.

Será suficiente para ser la última ocasión

Mi cuello se retorció como el de un delfín.

Una, dos, tres, cuatro... hasta cinco ocasiones consecutivas.

Mis ojos se llenaron de lágrimas.

Un picor insoportable, una vasta y desoladora sequedad... en el interior de mi nariz.

Ya sé que los correos no serán contestados.

Ya no habrá respuesta a las llamadas.

Todos los mensajes de texto quedarán en el buzón de entrada, vírgenes.

Me gustaría saber cómo se refleja el sol en la angulosa cara de un cadáver.

Estimo que la mirada perdida de esos ojos entrecerrados ha de ser aterradora.

Siento un profundo desvanecimiento...

Percibo la llegada del final y me arrojo irremisiblemente a sus brazos.

Quizá, solo quizá, debiera mentir y expresar que la última visión fue la de tu sonrisa.

Quizá también debiera revelar que "", quizá, solo quizá, no fueras tú.

2 comentarios:

  1. No resultaría descartable.
    No obstante, el suicidio es una actitud más literaria que sensible.
    Gracias por acercarse al Refugio.

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