De una maldita vez, guarda tus palabras, salvo que vayan a añadir algún significado.
El embellecimiento de la lírica no es moneda apreciada.
Olvida, sostener envites en manos desafortunadas con naipes inservibles.
A nadie atrae, en estos días, el porte del perdedor.
Escucha la pesada losa que arrastra el silencio.
Recrearse en las veleidades del sufrimiento resulta estúpido... e insano.
Sigo soñando, si gustas, pero no busques compañeros en ese viaje.
Olvídala.
Pierde la memoria, si puedes...
Desdibuja sus contornos...
Sostén...
Aguanta...
O revienta.
O reinventa.
hoy especialmente te echo de menos, ojala estuvieras a mi lado.
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