27 noviembre, 2011

VELOCIDAD


Fogonazo blanco.
Un pelo moreno que camina y se desliza, con precaución, hasta acariciar el medio de la espalda.
Semáforo en verde.
Un cuarto oscuro en el que una mujer arrodillada balancea su boca con un bello movimiento.
Chispas que saltan al rozar una mediana.
Aquella mano bajando, lentamente, hacia la cremallera de unos pantalones.
Fogonazo blanco.
Una mirada al cielo de Madrid desde un ático… con las palabras justas, con las frases perdidas.
Semáforo, otra vez, en verde.
¿En serio has tirado tus calzoncillos? Tres segundos más tarde. Hablabas en serio.
Un choque frontal e inesperado.
Un punto negro que se amplía.
Esos cuatro segundos de indefinición antes de que tu bajo vientre parezca que vaya a romperse… y, después, una sacudida eléctrica que se apodera de tu integridad.
Un pitido, largo y monótono… que parece perderse en la velocidad de la ciudad.

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