Puede que el sueño me venciera.
Puede que, si el insomnio me derrotó, sea porque tu rostro me persigue.
Puede que no sirva de nada.
Pero mis palabras volvieron a inspirarse pensando en ti...
En esta sucia madrugada.
Horror, sensiblidad y algún retazo de pavor entre las líneas torcidas de una memoria debilitada.
http://editorialcirculorojo.com/publicaciones/c%c3%ADrculo-rojo-relatos/el-refugio-del-horror/
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