24 junio, 2010

EL ÚLTIMO RAYO DE SOL


Yo volví mi mirada antes de dar el tercer paso...

El tercero de la despedida.

Y juraría que vi tu gesto torcerse, como en una mueca de dolor y resignación.

Pero igual fueron los cristales oscuros los causantes de esa turbiedad.

Después, sonó la música.

Y era una antigua canción de folklore, versionada con guitarras y una voz áspera.

Yo la había escuchado varios días atrás.

Repasé las letras escritas... y la evidencia afloró.

Junto con la más pura amargura... en una rima consonante e inapropiada.

El sol golpeaba con crudeza la tarde irisada de una capital algo menos anónima.

Y, mientras caminaba intentando esquivar el tráfico, el semáforo puso su disco en rojo.

Cierto mendigo me colocó un vaso de plástico y solicitó algo más que mi caridad.

Me descubrí, estúpidamente, buscando monedas en un billetero de piel.

Y volví mi mirada, nuevamente...

Cuando ya nada podía ser atisbado.

Cuando, irremisiblemente, tu rostro, contrariado, se personaba en mi memoria.

Y la canción acabó.

Como el último rayo de sol, se escondió entre los rascacielos.

2 comentarios:

  1. ¿canción folclórica? ¿cuál? ¿como una ola? ;-P

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  2. Nel campu de las flores.

    Nel campu de las flores.
    Nel campu de las fores búsquete y nun t´encontraba.
    Cantaben los ruiseñores
    y pensé que me llamabas...
    Yo nun quiero que me quieras.
    Yo nun quiero que me quieras nin que me tengas cariño.
    Solo quiero que t´acuerdes
    de que hay alguien que te quiso.

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